Foro 

#1990
¡Buenos días!

Activistas como Esther Salas y profesionales como Raquel Morentín reivindican la necesidad de normalizar y apoyar la vida afectiva y sexual de las personas con discapacidad.

Principales obstáculos:
  • Prejuicios sociales: Considerar incompatible la discapacidad con una vida amorosa y sexual plena.
  • Sobreprotección familiar: Familias temen abordar estos temas por miedo a "despertar deseos", perpetuando el mito.
  • Falta de educación afectivo-sexual: La formación se centra en evitar riesgos, dejando aspectos positivos como el disfrute y el desarrollo emocional.
  • Limitaciones económicas y de autonomía: No contar con los recursos o apoyos necesarios para vivir de manera independiente con su pareja.
Propuestas para avanzar:
  • Apoyos personalizados: Brindar a cada persona los recursos necesarios para tomar decisiones autónomas.
  • Educación integral: Sensibilización y formación para familias, profesionales y las propias personas con discapacidad.
  • Visibilización: Romper con los tabúes y prejuicios sobre la vida amorosa de las personas con discapacidad.
  • Refuerzo de la autonomía: Ofrecer recursos económicos y sociales para que las personas con discapacidad.
El desarrollo afectivo y sexual no solo es un derecho humano, sino una fuente de bienestar personal y social. Fomentarlo con los apoyos adecuados permitirá a las personas con discapacidad vivir una vida más plena y contribuir a una sociedad más inclusiva y empática.

Noticia: https://www.servimedia.es/noticias/pers ... ad/3566124

¿Cómo se puede trabajar desde las instituciones para garantizar la educación afectivo-sexual de las personas con discapacidad?
¿Qué papel deberían jugar las familias y las organizaciones sociales en la normalización de la vida afectiva de este colectivo?
#2013
Las organizaciones pueden organizar programas educativos para aumentar la conciencia sobre los derechos sexuales de las personas con discapacidad. Esto incluye el derecho a ser amado, a tener relaciones afectivas y a participar en actividades sexuales de manera voluntaria, segura y respetuosa.

Además, las organizaciones deben crear un entorno seguro, protegiendo a las personas con discapacidad de conductas de abuso sexual o violencia sexual. Esto puede incluir la provisión de servicios de consejería y apoyo legal, así como la capacitación a educadores y personal de atención sobre cómo identificar y manejar situaciones de abuso sexual.