- Vie, 31 Ene 2025, 16:15
#2052
Bueno, no sabía si publicar esto en el subforo de "Barreras" o en el de "Relaciones interpersonales", ya que la hiperacusia/reflejo acústico de sobresalto exagerado/reflejo patológico de Moro (para abreviar, me referiré simplemente como "hiperacusia"), me ha supuesto tanto una barrera como ha sido una influencia relevante en mis relaciones interpersonales.
Tengo hiperacusia desde que tuve el TCE, aunque llame a esto "hiperacusia", realmente no sé con certeza su causa, ni siquiera si tiene un nombre específico, unos profesionales han dicho que es hiperacusia, otros han dicho que es el reflejo de Moro reactivado tras el TCE, otros simplemente han dicho que soy muy asustadizo y otros han dicho que es por el daño que sufrí durante el TCE en el área cerebral encargada del procesamiento auditivo. La hiperacusia hace que me asuste ante sonidos cotidianos y depende en gran medida de mi estado psicofísico y de mi anticipación a los sonidos.
Por causa de la hiperacusia, me he tirado bastantes vasos de agua, café, etc. por encima, me he tenido que marchar de algún restaurante por el incesante ladrido de los perros que en él se encontraban o me he caído, debido al reflejo acústico de sobresalto que acompaña a la hiperacusia.
Los sonidos que me afectan a la hiperacusia son muy diversos, desde la caída de un bolígrafo, el mecer de las ramas de los árboles o el burbujeo de una cafetera, hasta los fuegos artificiales. Comparativamente, estos últimos tienen más probabilidad de activarme el reflejo de sobresalto, los primeros me lo pueden activar, o no.
Durante mi etapa escolar y secundaria, algunos de mis compañeros, y a veces algunos profesores y auxiliares de desplazamiento, estallaban bolsas a mi lado, me gritaban, chasqueaban la lengua junto a mi oído o daban palmadas o golpes en la mesa para ver cómo daba el "brinquito" y así reirse, a pesar de mi molestia. Esta situación, me llevó algunas veces a adoptar una actitud defensiva, hasta que a veces, se volvía un hábito tan insistente por parte de mis compañeros, que no encontraba otra solución más que resignarme.
Por otra parte, la hiperacusia me ha llevado a evitar ciertos ambientes: fiestas muy ruidosas, rallys, el cine, zonas frecuentes de paseo de perros, etc.
Personalmente, he tenido la oportunidad de probar dos tratamientos que, si bien no eliminan la hiperacusia, si disminuyen temporalmente el rango de sonidos a los que es susceptible de activar el reflejo acústico de sobresalto: terapia de habituación pautada y guiada por una persona especializada en neuropsicología y EINA Tomatis.
Espero que los párrafos anteriores sean de utilidad para el equipo de PARTICIPA del Institut Guttmann , a ser posible, para mejorar las condiciones de las personas con hiperacusia, difundir el conocimiento sobre esta secuela neurológica e investigarla, sobre todo en el ámbito educativo, aunque no he conocido a muchas personas con esta secuela neurológica, aparentemente solo a dos, ambas con PCI, si mal no recuerdo.
Un saludo
Felipe
Tengo hiperacusia desde que tuve el TCE, aunque llame a esto "hiperacusia", realmente no sé con certeza su causa, ni siquiera si tiene un nombre específico, unos profesionales han dicho que es hiperacusia, otros han dicho que es el reflejo de Moro reactivado tras el TCE, otros simplemente han dicho que soy muy asustadizo y otros han dicho que es por el daño que sufrí durante el TCE en el área cerebral encargada del procesamiento auditivo. La hiperacusia hace que me asuste ante sonidos cotidianos y depende en gran medida de mi estado psicofísico y de mi anticipación a los sonidos.
Por causa de la hiperacusia, me he tirado bastantes vasos de agua, café, etc. por encima, me he tenido que marchar de algún restaurante por el incesante ladrido de los perros que en él se encontraban o me he caído, debido al reflejo acústico de sobresalto que acompaña a la hiperacusia.
Los sonidos que me afectan a la hiperacusia son muy diversos, desde la caída de un bolígrafo, el mecer de las ramas de los árboles o el burbujeo de una cafetera, hasta los fuegos artificiales. Comparativamente, estos últimos tienen más probabilidad de activarme el reflejo de sobresalto, los primeros me lo pueden activar, o no.
Durante mi etapa escolar y secundaria, algunos de mis compañeros, y a veces algunos profesores y auxiliares de desplazamiento, estallaban bolsas a mi lado, me gritaban, chasqueaban la lengua junto a mi oído o daban palmadas o golpes en la mesa para ver cómo daba el "brinquito" y así reirse, a pesar de mi molestia. Esta situación, me llevó algunas veces a adoptar una actitud defensiva, hasta que a veces, se volvía un hábito tan insistente por parte de mis compañeros, que no encontraba otra solución más que resignarme.
Por otra parte, la hiperacusia me ha llevado a evitar ciertos ambientes: fiestas muy ruidosas, rallys, el cine, zonas frecuentes de paseo de perros, etc.
Personalmente, he tenido la oportunidad de probar dos tratamientos que, si bien no eliminan la hiperacusia, si disminuyen temporalmente el rango de sonidos a los que es susceptible de activar el reflejo acústico de sobresalto: terapia de habituación pautada y guiada por una persona especializada en neuropsicología y EINA Tomatis.
Espero que los párrafos anteriores sean de utilidad para el equipo de PARTICIPA del Institut Guttmann , a ser posible, para mejorar las condiciones de las personas con hiperacusia, difundir el conocimiento sobre esta secuela neurológica e investigarla, sobre todo en el ámbito educativo, aunque no he conocido a muchas personas con esta secuela neurológica, aparentemente solo a dos, ambas con PCI, si mal no recuerdo.
Un saludo
Felipe