Como arquitecto con discapacidad que se desplaza por la ciudad en silla de ruedas quiero hacer llegar mis reflexiones más recientes sobre accesibilidad y Covid-19 y cómo las ciudades tendrían que adaptarse para afrontar mejor las pandemias.
El diseño de la accesibilidad es también un instrumento efectivo para abordar la situación creada por una pandemia como la Covid-19. La forma actual que tenemos de organizar la ciudad se tiene que replantear. Las nuevas formas de relacionarse que van a surgir requieren una planificación urbana compatible con la creación de una ciudad más accesible para personas con discapacidad y en consecuencia para todas las personas.
Crisis
La crisis de la COVID-19 me ha sido fácil acostumbrarme. He superado todas mis crisis y he conseguido ser después una persona más fuerte y aprender a superar mis circunstancias adversas. Un inconsciente instinto de supervivencia ha desafiado mi condición física y cognitiva, pero he podido superarlo. La COVID-19 crisis ha sido tan inesperado y dramático como mi accidente que sufrí hace 7 años. Los dos eventos cambian tu vida. El pasado ha sido interrumpido de golpe y el futuro es incierto e inseguro. Cada día lucho para redefinirme como he sido y como seré en el futuro.
Mi primera crisis importante fue la financiera del 2008. Perdí el empleo que tenia de arquitecto en Londres, pero eso dio la oportunidad de estudiar en Harvard. Gané una beca de Caja Madrid que me financió todos mis estudios en Boston. Aquella crisis que me dejó sin empleo, me cambió la vida. Me dió la oportunidad de aprender e inspirarme de mis colegas y profesores.
La segunda crisis fue mi accidente personal que fue en 2013. Me mudé a Ecuador para vivir y abrir una oficina de diseño con mi novia Carolina que la conocí en Harvard. Un mes después de llegar a Ecuador sufrimos un accidente mortal. Mi novia murió y yo casi me muero. El accidente fue dramático. Nos chocamos con un camión y el conductor del camión desapareció. Estuve 5 meses en coma, y me daban por muerto. Tuve lesión axonal difusa el peor grado III. Con esa diagnosis me dijeron luego que sólo sobreviven un 10% de gente. Los doctores pensaban que me quedaría vegetativo por eso pidieron a mi madre donar mis órganos. Pero eso es pasado, aunque sufro aún las consecuencias.
He conseguido ahora recuperar mi independencia con mucha fuerza de voluntad, optimismo, buen humor. Nunca me he sentido deprimido (a pesar de que no tomo ahora ninguna medicación). He sentido frustración, pero he aprendido a ser paciente. He buscado dentro de mis pensamientos a entender y aceptar el cambio. He logrado ser feliz con mi nueva pareja Yulene con la que vivo ahora. Con ella he logrado vivir sólo en un piso que me encanta. El piso está en Sarrià, un barrio muy tranquilo y bonito en la parte alta de Barcelona. Retomando mi profesión de arquitecto he hecho algunas
reformas para adaptarlo a mi nuevo tipo de movilidad. El piso me encanta y he sido afortunado de poder comprarlo y darme un sentido de seguridad.
La tercera crisis que aún estamos viviendo es esta de la pandemia Covid -19. La afronto con experiencia de pasar un año de cuarentena en el hospital. Con amor, apoyo y solidaridad de mi familia y amigos he podido superar este accidente. Para superar esta crisis tienes que aceptar esta nueva situación (a pesar de ser incierta). Según mi experiencia hay que reinventarse, ser positivos, y seguir luchando profesionalmente.
Afortunadamente puedo trabajar desde casa en un plan piloto de accesibilidad para la diputación de Barcelona. He visitado el pueblo para tomar datos y para luego desde casa mejorar la accesibilidad del espacio público en Polinyà. Me gusta estar ocupado. Además, colaboro con una empresa isrealí que se llama Voiceitt en una aplicación de reconocimiento de voz que puede ayudar a personas con habla ilegible a hacerse entender. Me llena de satisfacción poder colaborar y que mis acciones puedan ayudar a mucha gente.
Pensar y obtener la ayuda de las personas a nuestro alrededor es lo que me ha permitido superar mis crisis. Mi familia ha sido esencial. Querer a mi familia y mi pareja me ha permitido luchar en mi vida. Mis amigos son muy importantes. Poder pasar tiempo con ellos, aunque muchos están lejos en distancia, aunque cerca de mi emocionalmente, ha sido relevante para reconstruir mi vida y abrirme a otra gente y situaciones.
Coronavirus y Accesibilidad universal
La planificación del espacio es un tema vital. Hoy mas que nunca se requiere mantener una cierta distancia entre las personas para evitar contagios. Cada vez que cruzo una puerta me doy cuenta de lo importante que es el espacio. El diseño de puertas y pasillos más anchos como propone la normativa para la accesibilidad universal corresponde con la distancia de seguridad de dos metros que se recomienda durante esta pandemia. Es una distancia que permite a todos movernos de forma autónoma y segura. Así como en las directrices para la accesibilidad se han argumentado.
De acuerdo con la accesibilidad universal:
“Significa, que un entorno es plenamente accesible cuando todos los caminos de ese entorno son accesibles, de modo que una persona con discapacidad no vea interrumpida o dificultada la realización de sus actividades porque uno de los caminos, un entorno o espacio, no es accesible y no le permite avanzar en su recorrido de forma autónoma”.
https://www.mscbs.gob.es/ssi/discapacid ... versal.htm
Diseño interior
Nuestras viviendas, su localización, el diseño interior del hogar ganan ahora aún más prioridad. Durante este confinamiento se ha puesto más en valor lo funcional que es tener, por ejemplo, terraza. La arquitectura accesible nos da herramientas para reforzar y flexibilizar el diseño adaptado a las necesidades que en algún momento de la vida se requiera. Busca un equilibrio cuerpo-mente, en definitiva, una simbiosis con la
naturaleza, que nos permitirá construir un futuro más confortable, sano y seguro para toda la vida.
La Covid-19 nos obliga a pensar en los espacios interiores de nuestras casas intentamos hacerlas más confortable la arquitectura ayuda a crear sitios donde las personas nos sintamos identificadas. Tener identidad es importante para los seres humanos.
Históricamente las ciudades se planificaban teniendo en cuenta la salud de las personas. Por eso se hicieron los vertederos, alcantarillas y se instalaron lavabos en cada casa. La salud influye de forma importante en el urbanismo. El ser humano y su salud fue y será el principal enfoque para la planificación urbana en esta nueva etapa. Juntamos esfuerzos centrándonos más en las personas, para luchar contra la Covid-19 o las pandemias que puedan venir y mejorar la accesibilidad de todas las personas.
Movilidad en progreso.
Referente a la movilidad, estamos observando que las personas que tienen un coche (diseñado para al menos cuatro personas) viajan solas por miedo al contagio. Antes de la pandemia, compartir el coche era lo recomendable porque se ahorraba en costes y eso significaba beneficios para el medio ambiente. ¿Qué sucederá ahora con la nueva situación surgida a raíz de la Covid-19? Seguramente veremos en el futuro próximo más desplazamientos en coches con una sola persona y eso impactaría de manera significativa en la sostenibilidad y el medio ambiente. La solución tendrá que pasar por la utilización del transporte público, asegurando el necesario espacio entre los viajeros. Será esencial disponer de un servicio de transporte eficiente y más frecuente. Habrá que evitar que las personas estén agrupadas en un mismo lugar esperando el bus o el metro. Un transporte público mejor dotado evitará aglomeraciones y eso también beneficiará a las personas con discapacidad. Así como también se espera que las motos y las bicis ganen más adeptos.
Volviendo a la actividad.
En los lugares de trabajo será necesario organizar turnos de entrada y salida flexibles. Y eso permitiría organizar los transportes de otra manera evitando los atascos de tráfico en horas puntas. El teletrabajo también se convertirá en la forma de trabajo habitual si queremos proteger al medio ambiente y asegurar nuestra salud. Esta nueva manera de vivir sin tantos desplazamientos está totalmente de acorde con la vida que las limitaciones de las personas con movilidad reducida.
El ocio y las actividades recreativas evolucionaran, para adaptarse a las normas de protección de la ciudadanía, evitando muchedumbres en un sólo lugar. Será un ocio más a distancia y creando más espacio entre los espectadores.
Seguramente se consolidarán formas de ocio virtuales como hemos podido comprobar durante este periodo de confinamiento. El futbol, las discotecas, y los conciertos serán lugares menos seguros en términos de salud y seguramente muchas desaparecerán gradualmente. Estas nuevas maneras de entretenernos permitirán una mayor oferta a las personas con movilidad reducida disfrutar in situ de la cultura y el ocio.
Cuerpo
El coronavirus causa otra relación con el cuerpo, el dolor y la muerte. La sociedad y la ciudad se han medicalizado. Como cuando tuve mi accidente me volví medicalzado. La COVID -19 ha hecho el mundo definido por la salud. La pandemia hace que no tengamos libertad por temas de salud por ejemplo no poder manifestarse ni moverse. La pandemia cambiará cómo nos movemos y nuestra manera de expresar nuestra opinión. Estar confinados tu cuerpo no te pertenece. Estar en una silla de ruedas te hace tener otra relación con el cuerpo, y que el cuerpo no te pertenece. Estamos viendo que los problemas en las personas por la Covid son similares a ir con silla de ruedas. El hecho de estar paralizado durante mucho tiempo es una metáfora del COVID-19.
Servicios
El imperativo de crear distancia física entre personas proyecta la necesidad de conciliación con una buena educación y asistencia sanitaria. La proximidad de estos servicios de donde vivimos es crucial para reducir la utilización de transporte. Se requiere una replanificación y también la creación de más servicios en los lugares donde faltan. Creando equilibrios podríamos convivir en el futuro. La atención que nos proporcionan el sistema de salud con nuestros médicos y enfermeras, han sido crucial en esta crisis, y se hace necesario que su atención llegue más rápido a las personas con discapacidad y más vulnerables
Por y para las personas
Como dice Richard Sennett hay que promulgar la ciudad sana. Las enfermedades afectan a ricos y pobres. Sin embargo, las necesidades de accesibilidad son iguales para los dos y en general para todos. La cuestión por debatir es otra. Ahora de lo que se tiene que hablar es de una planificación urbana que evoluciona para distribuir los servicios indispensables con el fin de atender a todas las personas desde las más vulnerables hasta las de menor vulnerabilidad, en tiempo y forma. De esa manera se consigue una mayor igualdad. Crear conciencia --en este sentido— de que el urbanismo accesible es también un urbanismo para las pandemias y por tanto nos ayuda a abordar la accesibilidad como algo útil y no limitado a la discapacidad.
La accesibilidad no es discapacidad.
