Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas con discapacidad tienen menos acceso a los servicios de asistencia sanitaria. La falta de acceso a servicios públicos y privados de todo tipos es una de las restricciones en la participación que experimentan estas personas en nuestra sociedad.

Según la OMS, las principales barreras de acceso a los servicios sanitarios son: los elevados costes económicos, la oferta limitada de servicios, obstáculos o barreras físicas y aptitudes o conocimientos inadecuados del personal sanitario.

La Convención de las Naciones Unidas establece que, con el fin de que las personas con discapacidad puedan vivir independientemente y participar plenamente en todos los aspectos de la vida, hay que adoptar medidas pertinentes para asegurar el acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las otras, al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en zonas urbanas como en rurales (art. 9).