Testimonio de Inés Rodríguez, nadadora del Club Deportivo Enagracan (Canarias) y logopeda.
«Comencé a nadar con 2 años, como parte de la rehabilitación, cuando mis padres se enteraron de que yo tenía discapacidad. A los 12 años empecé a competir a nivel regional, luego nacional. Y luego, con 17, ya me convocó la selección española. Empecé a ir a concentraciones, competiciones y esas cosas. Y he ido a un europeo y a un mundial, cosa que es increíble, la verdad. Y nada, aquí seguimos.
Estoy haciendo logopedia, estoy terminando la carrera de logopedia. Mi universidad tiene un programa para adaptar ciertas cosas. Por ejemplo, hago los exámenes con ordenador, me dan más tiempo… ese tipo de cosas. Las adaptaciones en mi caso son sencillas porque pones un ordenador y ya está. Pero adaptarse curricularmente a una persona que necesita temas de espacio o reducción de material o lo que sea, pues hay que verse en situación y muchas veces las universidades no tienen tiempo o ni siquiera recursos porque pueden tener muy buena intención, pero si no cuentan con profesorado cualificado o con tiempo o con materiales, tampoco pueden hacer nada.
Realmente las adaptaciones que se puedan hacer no son más que parches para adaptar a ciertas personas a ciertos contextos. ¿Por qué gastarme dinero en poner una rampa que cubre unas escaleras, pudiendo desde un inicio hacer una universidad completamente accesible? Esto es lo que falta: plantear las cosas desde un principio que sean accesibles para todo el mundo. Tanto físicamente como cognitivamente, por ejemplo.
Les animo a todos a inscribirse en el proyecto PARTICIPA y a contar su experiencia, ya que para encontrar soluciones, primero tenemos que determinar los problemas. Y la experiencia de cada uno es súper importante.»