ASPACE ha denunciado que el Sistema Nacional de Salud deniega el acceso a una silla de ruedas eléctrica a personas con parálisis cerebral y con grandes necesidades de apoyo, por ser personas con pluridiscapacidad. Según la confederación, la denegación de las sillas de ruedas eléctricas vulnera el derecho a la movilidad personal de quienes tienen grandes necesidades de apoyo.
La normativa del Sistema Nacional de Salud exige que el usuario/a maneje de forma autónoma la silla, algo difícil porque en un 80% de los casos estas personas requieren de asistencia todo el día. Esta situación impide la subvención de un producto básico para su vida y para su participación social.
Al no poder acceder a este producto a través del Sistema Nacional de Salud, las familias son los que deben costear el producto. Como indica ASPACE, “su precio alcanza los 6.000 euros. A esto hay que sumarle las reparaciones futuras de las sillas, que oscilan entre los 1.000 y los 2.000 euros”. Debido a esta situación, “las familias adquieren una silla manual manejada por la principal persona cuidadora, que en un 71,5% de los casos son las madres”, llevando a renunciar a su carrera profesional y a generar un impacto negativo en su salud.
Fuente: Tododisca