El diagnóstico y la instauración de un DCA representan una circunstancia sobrevenida que cursa súbita e intensamente, modificando de manera radical todas las esferas de la vida cotidiana, tanto de la persona que lo padece como de su entorno afectivo más próximo. No solo hay personas supervivientes, sino familias afectadas por DCA.
Fuente: Sobre ruedas nº 112