Entre muchos otros resultados, el Primer Informe Participa concluye que las personas que participan más frecuentemente en la sociedad tienen una menor percepción de barreras en su entorno, y que la autonomía, la capacidad de tomar decisiones sobre el proyecto vital y la satisfacción con la participación en la sociedad están vinculadas a una mejor calidad de vida y bienestar emocional. No obstante, a pesar de una baja frecuencia de participación en actividades sociales, productivas y de ocio, las personas con discapacidad reportan una alta satisfacción.
El documento también destaca que las barreras físicas y sociales restringen la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad, y enfatiza la necesidad de eliminar estas barreras para fomentar una participación equitativa. Más allá de la presencia física, se subraya la importancia de una inclusión real en los espacios sociales. Y, por ello, se confirma que la calidad de la participación es más importante que la cantidad de actividades realizadas.