El mercado inmobiliario, visto desde una silla de ruedas
Una vivienda accesible no es solo poner una rampa en la entrada, sino también tener espacio para poder entrar por la puerta, llegar a los interruptores, moverse sin obstáculos por el pasillo, poder ducharse … que la persona haga su vida cotidiana sin encontrarse impedimentos. Son características importantes, pero desgraciadamente difíciles de encontrar en una vivienda. La última encuesta del INE indica que casi un 70% de los jóvenes con discapacidad (25-29 años) vive en casa de los padres, encontrándose en la situación de poder trabajar, pero no independizarse.
Los portales inmobiliarios disponen de filtros, pero no existen filtros específicos para pisos adaptados. Por este motivo, Aspaym ha puesto en marcha pisosaccesibles.es, página web que quiere reunir las viviendas que sean accesibles.
Una ley de diciembre de 2017 establece de cumplimiento obligatorio que haya unas condiciones básicas de accesibilidad, pero «la normativa sólo exige unos mínimos», indica Carmen Fernández (arquitecta y responsable de Accesibilidad Universal a la Fundación ONCE). Según un estudio realizado por la Fundación Mutua de Propietarios (2018), sólo un 0,6% de los 9,8 millones de edificios de vivienda en España son accesibles.
Además, según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), cualquier persona con discapacidad o mayor de 70 años puede realizar, con una notificación previa, las obras que necesite en su vivienda, pero cuando lo devuelva deberá estar en el su estado original. Sin embargo, como comenta Miriam González (persona que lleva buscando vivienda de alquiler por su padre) muchos propietarios se niegan a hacer estas obras y como dice Anxo Queiruga, presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), conduce a una discriminación por el hecho de ir en silla de ruedas.
Anxo Queiruga de COCEMFE afirma: «No debemos olvidar que la accesibilidad no perjudica a nadie, sino que beneficia a todo el mundo y que cualquier persona en un momento puntual puede necesitar de accesibilidad«.
Fuente El País